aunque intuitivamente creemos que los objetos sobresalientes o distintivos captarán nuestra atención, sorprendentemente a menudo no lo hacen. Por ejemplo, los conductores pueden no notar otro automóvil cuando intentan girar o una persona puede no ver a un amigo en un cine cuando busca un asiento vacío, incluso si el amigo está saludando. El estudio de la captura atencional se ha centrado principalmente en medir el efecto de un estímulo irrelevante en el desempeño de la tarea., En esencia, estos estudios exploran cuán bien los observadores pueden ignorar algo que esperan pero saben que es irrelevante. Por el contrario, los ejemplos del mundo real anteriores plantean una pregunta diferente: ¿qué tan probable es que los sujetos noten algo destacado y potencialmente relevante que no esperan? Recientemente, varios nuevos paradigmas que exploran esta cuestión han encontrado que, muy a menudo, los objetos inesperados no logran captar la atención, un fenómeno conocido como «ceguera inatencional»., Esta revisión considera la evidencia de los efectos de las características irrelevantes tanto en el rendimiento («captura de atención implícita») como en la conciencia («captura de atención explícita»). En conjunto, los estudios tradicionales de la captura de atención implícita y los estudios recientes de la ceguera inatencional proporcionan una comprensión más completa de las variedades de captura de atención, tanto en el laboratorio como en el mundo real.